
Ayer, como en todos los cumpleaños de mis nietos, hice una tarta para Jorge que cumplió el pasado día 8 diez espléndidos años. Mis hijas, me dijeron como siempre, que era la que mejor me había salido con diferencia; yo les dije, creo que no os acordáis pero otras me han salido mejor.

Partimos de la base, de que algo que se asemeje a la perfección todavía no ha salido de estas manos, que aunque aficionadas a la repostería, no tienen demasiadas habilidades para la decoración, pero, eso no es óbice, para que yo en cada ocasión lo siga intentando y prepare mi tarta con más o menos fortuna. Al decir esto me refiero a la decoración, porque la tarta en si, siempre esta buenísima; el problema es que yo siempre me empeño en hacer decoraciones temáticas, y eso es más complicado, que si hiciera decoraciones de tipo clásico, sencillito, unas guindas y unos montoncitos de nata o cosas así,