Tengo que confesar humildemente, de que el de la foto, no es rabo de toro, sino de ternera.
Creo que en estas fechas, sería muy difícil encontrar, al menos en Zaragoza, rabo de toro; sin embargo durante la temporada taurina y las la fiestas del Pilar, puede encontrarse en algunas carnicerías especializadas. Para los que no somos unos expertos sibaritas de este manjar, apenas apreciamos la diferencia. Sin embargo nos gusta disfrutar de este riquísimo plato.
Por tanto, espero me disculpéis la licencia que me he tomado en el título de este post y, que el cornúpeta no se sienta agraviado por la sustitución de su rabo, por el de una ternera, seguramente mas tierno, aunque un poquito menos sabroso.
De todos modos, merece la pena probar este guiso por la melosidad y exquisitez de su carme y el rico sabor que proporciona a su salsa.
!Advertencia! No recomiendo sentarse ante este plato, sin una barra de pan de pueblo y algún buen vino de somontano.Ingredientes:
Un rabo de toro, ternera o vaca (lo que podamos encontrar) debidamente troceado.
Una cebolla grande y hermosa
Una cabeza de ajos
Una o dos zanahorias (según tamaño)
Dos hojas de laurel
Sal y pimienta al gusto
Harina
Aceite de oliva
Vino o Pedro Ximenez (a falta de éste, medio vaso de coñac barato, o de vino, sirve)
Modus operandi:
En primer lugar, troceamos la cebolla y la zanahoria y reservamos.
A continuación, salpimentamos cada trozo del rabo, y lo enharinamos. Mientras tanto calentamos aceite en la cazuela que lo vayamos a guisar.
Una vez, preparado todo, a fuego fuerte, vamos sellando los trozos en el aceite ya caliente, y procurando quede sellada toda su superficie. No debemos poner demasiado trozos al mismo tiempo, para que el aceite no pierda calor y se sellen rápidamente. Tampoco es necesario hacerlos demasiado, solo es cuestión de dorar la superficie con el fin de que durante la cocción no pierda sus jugos. Reservamos los trozos que ya hayamos sellado en algún recipiente.
Una vez hemos terminado, en ese mismo aceite, echar de golpe toda la verdura que hemos picado, la cabeza de ajos y las dos hojas de laurel. Darle una vuelta y dejar que se sofría un poco, sólo un poquito y añadir de vez, todos los trozos del rabo y el jugo que haya ido soltando después del sellado.
Sin bajar de temperatura, darle vuelta con la rasera con el fin de integrarlo todo. No os separéis ni un momento no se os queme y, con la campana apagada (por el mismo motivo) se echa el Pedro Ximenez, el coñac, o a falta de ambos, un vasito de tintorro. Saldrá una buena humareda, es el momento de tapar al cazuela y bajar la vitro al 3, justamente que haga chup!, chup!.
Se deja así, hasta que la carne esta tierna y se separa del hueso sólo con el tenedor.
Se puede servir tal cual, o pasando la salsa por el pasapurés; también se puede adornar el plato con una patatas cortadas en trozos grandes y fritas despacito para que queden tiernas y posteriormente salsearlas.
En ocasiones, cuando he tenido invitados, lo he deshuesado y puesto en un aro redondo o cuadrado, que queda muy chulo cuando se desmolda, y luego lo salseo. Otro día os lo presento así.
!!!ESPERO QUE OS GUSTE !!!
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