martes, 24 de febrero de 2015

CALAMARES EN SU TINTA

     Este plato es otro de mis clásicos, por ser  uno de los platos preferidos de algunos de mis hijos. Cuando es el cumpleaños de cada uno de ellos, la víspera le pregunto ¿que quieres mañana para comer? la respuesta después de tantos años, prácticamente la conozco, pero como en  ocasiones cambian, yo por si acaso lo pregunto, y casi siempre hay alguno que me responde: "calamares en su tinta"
      Siempre que iba con mi marido a San Sebastián, y lo hacíamos varias veces al año por cuestión de negocios, parábamos a comer en "La Venta de Muguiro", he consultado Internet y afortunadamente sigue existiendo. Podías pedir a ojos cerrados,  cualquier plato  de la carta que resultaba  exquisito, pero yo siempre me apuntaba a los  repetidos calamares en su tinta
.
      El otro día, con ocasión del cumpleaños de una de mis hijas, preparé el plato con idea de hacer una foto que acompañara este post, pero antes de darme cuenta, ya nos lo habíamos comido, la foto del plato la pondré la próxima vez que los prepare.

Ingredientes para 6 personas:
2 kgs. de calamares a poder ser que sean grandes.
2 cebollas
4 dientes de ajo
Aceite de oliva virgen
1 vasito de vino blanco
1 sobre de tinta congelada
Sal y pimienta

Preparación:

     Se cortan las cebollas y los dientes de ajo a cuadritos pequeños y se ponen a pochar con un poco de aceite a fuego medio.
     Mientras tanto se limpian los calamares. Yo les corto las aletas y les quito esa pielecilla fina que tienen; luego abro el cuerpo con la tijera de la cocina de arriba a abajo y les quito las tripas cuidando de conservar la tinta en un vasito con un poco de agua; después les limpio los  tentáculos y finalmente los corto a trozo o rodajas eso va a gustos yo los hago a trozos irregulares, vamos como salgan.
      Se añaden a la cebolla y ajos que se están guisando, se sube el fuego al máximo para que vuelvan a hervir y entonces se les da una vuelta. se añade un vasito de vino blanco y se dejan otra vez a fuego medio unos 3/4 de hora aproximadamente. Una vez que están tiernos se les añade cuatro cucharadas de tomate frito y la tinta que hemos reservado diluida en un poquitín de agua. Si es necesario, porque no quedan lo suficientemente negros, podemos añadir también la tinta congelada, eso va a gustos.
      Se suelen servir con un flan de arroz blanco, pero yo dependiendo de la consistencia del primer plato, en ocasiones lo sirvo solo con su salsa. ¡Espero que os guste!

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