TIRAMISÚ DE CAFE Y CARAMELO

     Hace unos días, mi hijo me encargó que le hiciera un buen caldo, de esos que se les echa de todo, como a un cocido y se pasan dos o tres horas cociendo  a fuego lento. A  mis nietos les encanta, dicen que reconocerían el aroma y sabor de mi sopa en cualquier sitio.     Resulta que  tenían un matrimonio inglés invitado a comer y se había enterado que al marido  no le gustaban ni las verduras ni los pescados
 con todas esas restricciones, mi hijo pensó que un buen caldo de cocido, y un ternasco asado con patatas,  sería una buena y aragonesa solución para complacer a sus invitados.
      El se encargó del asado, su mujer y los niños de ir a buscarlos al aeropuerto y la que suscribe, con todo el tiempo del mundo y mucho mimo, se encargo del caldo.
      Como me sobraba mucho tiempo, ya que en mi casa estoy acostumbrada a hacer yo misma todos los platos del menú, pensé que mientras tanto, podría prepararles un postre. Dicho y hecho, para inspirarme y hacer algo contando únicamente  con lo que tenía  mi despensa, miré el blog de Miguel y enseguida me encapriché de este tiramisú de café y caramelo.
      Miguel presenta este postre en forma de tarta o minitartas, pero yo ya había pensado en presentar el postre que hiciera, en unos vasos bajos que siempre tengo para estos menesteres, y que son muy comodos de trasladar de una casa a otra, el transporte es menos arriesgado.
      Así que basándome en su receta, pero con pequeñas modificaciones, los preparé y fueron todo un éxito por lo que me dicen. Eso sí, las riquísimas fresas que mi nuera había preparado de postre, las tuvo que dejar para otro día, espero que mi Pi no me lo tenga en cuenta.

Ingredientes:
1 paquete de bizcochos de soletilla.
1 tarrina de queso Mascarpone de 250 grs.
200 ml.. de nata líquida para montar espesa (35% MG)
150 ml. de caramelo salado (receta a continuación)
Un poco de chocolate Valor en polvo (para espolvorear)

 Para el caramelo salado:
50 grs. de azúcar
75 ml. de nata líquida 35%MG
1 cucharada de mantequilla
1 pellizco de sal


     Preparamos en primer lugar el caramelo, poniendo en un cazo a fuego medio el azúcar y vamos removiendo para que se disuelve y dore por igual, sin que llegue a ponerse muy oscuro. Cuando tenga un bonito color dorado, incorporamos la nata la mantequilla y la sal y seguimos removiendo hasta que quede una crema lisa de color dorado. Si se forma algún grumo, seguir removiendo a fuego
bajo hasta que se derritan, y si alguno es muy rebelde lo apartáis. Después reservar.
     A continuación, en un bol batir la nata líquida, hasta que quede montada, seguidamente le añadimos el queso Mascarpone y seguimos batiendo hasta que quede totalmente mezclado, después le añadimos el caramelo y la mitad del café y seguimos batiendo hasta que esté totalmente integrado.
    Por último, cogemos los vasitos y ponemos en el fondo unos trocitos del bizcocho cubriendo el fondo del vaso, ponemos un poco de azúcar en el café (al  gusto) que hemos reservado, y pincelamos los bizcochos con este café hasta que quede empapado, después ponemos una capa de la crema con caramelo. Luego repetimos la operación anterior las veces que nos permita  el vaso, yo puse dos capas de cada cosa, para terminar con una capa de crema con caramelo espolvoreada con un poco de cacao en polvo y finalmente para adornar le puse un granito de café de chocolate como adorno final. Se le pueden poner de adorno, unas virutas de chocolate, o simplemente el cacao en polco. Lo dejo a vuestra  imaginación, pero ¡espero que os guste!