Galletas para Primera Comunión |
Aunque os muestro algunas galletas de las que decoré cuando me entró la fiebre galleteril hace unos años, hoy no os voy a explicar como se hace la decoración, iremos pasito a pasito y lo dejaremos para otro post porque es un poco complicado. Si he querido poner hoy la receta, es porque el otro día las llevé para un grupo de amigas, así, tal cual, solo con el sello de hecho en casa, y les gustaron un montón porque están muy ricas.
No todo se compra con dinero y hacer las galletas una misma, es una forma de demostrar cariño a la familia y amigos a través de nuestras creaciones culinarias, son exquisitas y desde luego no se pueden comparar con las compradas, todo el producto es natural y no lleva ningún tipo de aditivos ni conservantes, además se pueden comer recién hechas y toda la casa se impregna de un aroma a vainilla que acentúa el ambiente navideño que hemos creado para estás fechas.
Ahí va la receta:
Ingredientes
250 grs. mantequilla a temperatura ambiente
175 grs. de azúcar glas
1 huevo XL
1 cucharada de extracto de vainilla o cualquier otro aroma
450 a 500 grs de harina de todo uso.
Elaboración
Pesamos todos los ingredientes. Batimos la mantequilla junto con el azúcar. Añadimos el huevo y el aroma de vainilla y seguimos batiendo. A continuación añadimos la harina tamizada (reservar 50 grs. de harina por si con la primera cantidad es suficiente), le vamos dando vueltas con una espátula o cuchara grande y finalmente tendremos que terminar de integrarla con las manos, amasando un poco, no demasiado.
Tiene que quedar una masa suave y brillante que no se pegue a las manos. Después cortamos la masa en dos.
Ponemos un papel de hornear y extendemos la masa con un rodillo, cuando está estirada la masa y empieza a pegarse ligeramente al rodillo, ponemos encima otro papel de hornear, hasta conseguir el grosor deseado (4 o 5 milímetros). El motivo de no poner el papel de encima desde el principio, es porque al pasar el rodillo el papel se va arrugando ligeramente y deja unas marcas indeseadas en la superficie de la galleta. Yo utilizo un rodillo que lleva unos topes y deja la masa perfectamente uniforme. si no lo tenéis, ponéis una revista o dos a cada lado de la masa para conseguir el grosor deseado.
A continuación, pasamos las masas estiradas con sus correspondientes papeles a una bandeja (yo pongo una encima de otra) y las metemos en el frigorífico dos o tres horas.
Después ya se pueden usar los cortadores que mas nos gusten y si no tenemos ninguno, con una simple taza o un aro de emplatar las cortamos y metemos al horno, previamente calentado a 180 grados, durante ocho o diez minutos. De todas formas lo mejor es vigilarlas, ya que cada horno es un mundo.
Con los recortes de la masa, se hace una bola y se vuelve a repetir el proceso.
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Estas son algunas de las que hice en un principio, constatada mi falta de habilidad para la decoración con glasa, deje de hacer al menos de momento, este tipo de galletas.
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