Lo bueno del caso es que a todo el mundo le encantó, lo único que como lleva algo de alcohol, no es apta para todos los públicos.
Bueno, a lo que voy, que no es otra cosa que facilitaros la receta que desde luego saqué de internet, de aquí y de allí, con ligeras variaciones de mi cosecha.
Ingredientes
Para la base:
150 grs. galletas rellenas de limón (pueden servir las de Artinata)
50 grs. de mantequilla
Para el relleno:
200 grs. agua
Medio vaso de ron blanco
125 grs. de azúcar
3 limas
Una ramita de hierbabuena
6 láminas de gelatina neutra
300 grs. de queso tipo Filadelfia
250 grs. nata para montar.
Para la cobertura:
Un vaso entero de mojito (lo venden ya preparado, unos siete euritos la botella)
200 grs. de agua
50 grs. de azúcar
1 sobre de gelatina de limón
Una gota de colorante alimentario verde.
Preparación
Para la base, trituramos las galletas y las mezclamos con la mantequilla y formamos una pasta con la que forramos la base del molde. Si éste es desmontable (cosa que aconsejo), procurar que las orillas del mismo queden bien cubiertas para que al echar el líquido no se salga. A continuación introducir en el frigo para que se solidifique la mantequilla.
Para el relleno, poner a calentar el agua, el ron, el azúcar, el zumo de las tres limas, las ralladuras de su cáscara y el ramito de hierbabuena; cuando empiece a hervir se retira y se cuela.
A continuación y en caliente, se añaden las láminas de gelatina escurridas, que previamente habremos hidratado unos minutos en agua. La mezclamos bien con el líquido caliente y se añade el queso crema y la nata montada (cuanto mas fría está la nata y el recipiente donde se monta, es mas fácil obtener un buen resultado), hasta integrar bien todos los elementos.
Dejamos atemperar un poco la mezcla y después la vertemos sobre la base de galletas. A continuación la metemos al frigo para que cuaje durante cuatro o cinco horas.
Una vez que hemos comprobado que está bien cuajada, ya podemos preparar el acabado final: ponemos a calentar el preparado de mojito con el agua y el azúcar. En cuanto empieza a hervir, se retira del hornillo y se echa el sobre de gelatina de limón, dando vueltas para que se disuelva bien; a continuación se echa una o unas gotas de colorante alimentario según la intensidad de la marca y según el tono que deseemos.
Se deja enfriar porque si no, se integraría con el relleno de la tarta, pero removiendo de vez en cuando para que no cuaje la gelatina. Una vez que ya está solamente templado, podemos echarlo para cubrir la tarta, pero teniendo la precaución de poner una cuchara debajo para que caiga en cascada y no nos haga un agujero en el relleno.
Otra vez debemos meterlo un tiempo al frigo, hasta que cuaje esta capa de gelatina verde.
Después ya estará lista para decorarla a vuestro gusto
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